El corte de Fernanda - The Hair Story Network (2024)

Fernanda estaba sentada en el sofá del departamento de Patricia, con el corazón latiendo un poco más rápido de lo habitual. Se había arreglado para verse femenina: se puso su blusa blanca de encaje y sus aretes favoritos; incluso se había maquillado un poco. Mientras se llevaba los dedos al cabello, con cuidado para no despeinarse, esperaba ansiosa el momento en que Patricia regresara de trabajar, y la viera. Hacía apenas un día que había llegado para visitar a su amiga de la universidad, pero en ese breve tiempo, algo ya había cambiado.

Ayer, cuando Patricia la recogió en el aeropuerto, el reencuentro fue efusivo. Se abrazaron, rieron y hablaron sin parar, como si el tiempo no hubiera pasado desde la última vez que se vieron. Fernanda no pudo evitar notar un detalle: el cabello de Patricia. Siempre lo había llevado en un corte tipo bob, a veces más largo, otras veces casi al ras de la nuca, pero ahora lo tenía aún más cortito, muy cortito, como de chico, pero femenino. Le quedaba super bien.

—Te cambiaste el corte —comentó Fernanda, observando con admiración—. Te ves muy bien.

—Gracias —respondió Patricia con una sonrisa.

Esa mañana, mientras Patricia se preparaba para ir a trabajar, le preguntó a Fernanda qué planeaba hacer durante el día. Fernanda mencionó que tal vez iría de compras o daría un paseo por la ciudad. Luego, como si fuera una simple curiosidad, le preguntó a Patricia sobre el lugar donde solía cortarse el cabello.

Patricia, un poco apenada, explicó que no era un lugar caro ni exclusivo, sino una modesta peluquería a la que acudía la gente del barrio. Era un sitio sencillo, frecuentado por gente que solo buscaban un corte simple. Atendían a quien fuera, sin distinciones.

—¿Pero por qué quieres saber? —preguntó Patricia, mirando a su amiga con curiosidad.

—Ay, es que tal vez aproveche para arreglarme un poco esto —respondió Fernanda, mientras se recogía el cabello en una cola de caballo—. Creo que ya me hace falta una buena despuntada.

—La verdad es que solo he ido una vez. Cuando me mudé aquí, traía una melenita corta, pero pasó casi un año sin hacerle nada —dijo Patricia, recordando—. Un día, sentí que ya tenía el cabello demasiado largo, pero no sabía a dónde ir. Había pasado varias veces por ese lugar; no se parecía en nada al salón al que solía ir, pero me llamó la atención. Hace un par de semanas, una tarde, pasé por ahí y vi que casi no había clientes, así que, de repente, me animé a entrar.

Fernanda la escuchaba con interés mientras Patricia continuaba:

—Este corte fue sugerencia de la señora que me atendió —explicó Patricia, mientras se tocaba el cabello—. Le dije que ya no soportaba mi melena, así que me animó a probar algo nuevo. Al final, me lo dejó así… En ese momento sentí que estaba demasiado cortito, pero después, me encantó.

—Te queda genial —dijo Fernanda con una sonrisa sincera.

Antes de salir del departamento, Patricia se despidió de Fernanda.

—Me encanta que hayas venido. Nos vemos aquí en la tarde —le dijo, con una sonrisa cálida y un brillo especial en los ojos, al tiempo que se le tomaba la cabeza con ambas manos y le daba un beso fuerte en la mejilla.

Fernanda se estremesió un poco y no pudo evitar admirar lo guapa que se veía Patricia. Llevaba unos aretes grandes y un vestido bonito que le sentaba de maravilla. Esa mañana, Patricia le pareció a Fernanda especialmente encantadora. Ella, en cambio, seguía en pijama, con su cabello largo y desordenado.

Ahora que ya era tarde, Fernanda, bien arreglada, esperaba ansiosa el regreso de Patricia, consciente de que no tardaría en llegar del trabajo. Intentaba resistir la tentación de tocarse el cabello. La incertidumbre la invadía: ¿qué diría Patricia? ¿Le gustaría?

De pronto, el sonido de la puerta abriéndose sacó a Fernanda de sus pensamientos. Patricia había llegado. Fernanda se volteó, nerviosa pero emocionada, y cuando Patricia la vio, lo primero que notó fue el cabello.

—¡Traviesa… ¿qué te hiciste? —dijo Patricia con una sonrisa mientras se acercaba a ella. Hizo una pausa para observar bien a su amiga de cerca y, con una mirada de aprobación, añadió:

—Te ves bien guapa, peloncita. ¡Cuéntamelo todo!

Fernanda no pudo evitar reír, aliviada por la reacción positiva de su amiga. Se sentaron juntas en el sofá. Entonces, Fernanda le contó a Patricia que siempre había sentido la tentación de cortarse el cabello corto, como el de ella, pero nunca se había atrevido, pues temía que no le quedara bien. Al planear su visita, pensó que estas vacaciones eran la oportunidad perfecta para probar algo diferente. Al principio, no tenía intención de cortárselo tan corto, pero al ver lo bien que se veía Patricia peloncita, se animó, esperando no terminar pareciendo un “niño trasquilado”, comentó entre risas. Además, agregó que, aunque eso ocurriera, sabía que se la pasaría genial con su amiga de todos modos.

—Te ves guapísima —le dijo Patricia mientras la admiraba, y no pudo resistir la tentación de deslizar suavemente la punta de sus uñas por los cabellitos cortos de Fernanda, justo por detraz del oído.

Luego preguntó:

—¿Y fuiste a donde te dije?

—Sí, llegué y vi que solo había una peluquera mujer, así que pedí que me atendiera ella. Me dijeron que tenía que esperar a que se desocupara. Primero me lo cortó bastante, pero noté que me estaba dejando el cabello más largo de lo que yo quería. Entonces le pedí que me lo recortara un poquitito más… y de pronto, ¡zas!, que me empieza a pasar la maquinita. Nunca me habían cortado el cabello con eso. ¡No supe qué hacer! Pensé: “Ahora sí, viene la trasquilada” —dijo Fernanda al tiempo que Patricia reía a carcajadas.

Fernanda contiúo:

—Cuando me di cuenta, no me lo había dejado solo un poquito más corto, ¡sino bastante más! Creo que me lo dejó más corto que a ti —continuó Fernanda, pasandose la mano cuidadosamente por la cabeza.

—¿Y por qué no me dijiste en la mañana que te querías cortar el cabello cortito? —preguntó Patricia, acomodando suavemente algunos cabellitos del copete de Fernanda.

—Quería que fuera una sorpresa. ¿Te gusta? —respondió Fernanda con una sonrisa.

—Me encanta —dijo en voz baja Patricia, acercándose un poco más. Siguió deslizando suavemente su dedos entre el cabello recién cortado de Fernanda, explorándolo con curiosidad. Al llegar a la nuca, la sensación de los cabellitos de Fernanda, casi rapados, la sorprendió.

En ese momento, Fernanda sintió algo distinto en el aire. Notó cómo el paso de los dedos de Patricia por su cabello, que antes parecían explorar su corte, ahora eran caricias tiernas. Un escalofrío la recorrió, y sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia Patricia y la besó en los labios.

Patricia respondió al beso con igual pasión. Empezaron a explorarse mutuamente, de forma más intensa, pero con dulzura y delicadeza. Era como si, al fin, se dieran cuenta de que lo que habían compartido todos esos años no era solo amistad, sino algo más profundo que había estado ahí, esperando a ser expresado.

+8

El corte de Fernanda - The Hair Story Network (2024)
Top Articles
Latest Posts
Recommended Articles
Article information

Author: Catherine Tremblay

Last Updated:

Views: 6009

Rating: 4.7 / 5 (47 voted)

Reviews: 86% of readers found this page helpful

Author information

Name: Catherine Tremblay

Birthday: 1999-09-23

Address: Suite 461 73643 Sherril Loaf, Dickinsonland, AZ 47941-2379

Phone: +2678139151039

Job: International Administration Supervisor

Hobby: Dowsing, Snowboarding, Rowing, Beekeeping, Calligraphy, Shooting, Air sports

Introduction: My name is Catherine Tremblay, I am a precious, perfect, tasty, enthusiastic, inexpensive, vast, kind person who loves writing and wants to share my knowledge and understanding with you.